Categorías: Remedio

Composición:

Raíces  de imperatoria cortadas

Indicaciones:

Remedio universal contra la fiebre, fiebre aguda con temperatura alta (por ejemplo sarampión inflamación pulmonar, meningitis amigdalitis, gripe); enfermedades de los bronquios, mucosidad de las vías  respiratorias, estados de debilidad general, para estimular el sistema inmunitario,  para la eliminación de toxinas  en situaciones crónicas  de toxicidad en el hígado por las  toxinas a consecuencia de enfermedades infecciosas o de intoxicación por el medio ambiente incluso por metales pesados.

Preparación:

Machacar en un mortero 2 cucharadas soperas de hojas de imperatoria cortadas y dejarlas a remojo en ½ taza de vino por la noche. A la mañana siguiente añadir todavía otra ½ taza de vino. Cada noche preparar el remedio de nuevo.

Consejos de uso:

Beber de esa mezcla durante el día a  sorbos antes de las comidas. La duración de la cura es de 3 a 5 días. No se debe interrumpir porque puede haber una recaída. No suele ser necesario repetir la cura.

Para los niños se  les da solo una cucharilla y  a los bebés solo unas gotas.

Atención:

No utilizar en casos de inflamación de las mucosas gástricas o intestinales  en caso de piedras en la vesícula, debido al contenido en alcohol del vino.

 

 

 

Todas las recomendaciones y consejos que encontrará usted en esta página web se basan en los escritos de las visiones de la mística alemana del siglo XII  Santa Hildegarda de Bingen, Doctora de la Iglesia católica,  y en las interpretaciones y  opiniones de los médicos anteriormente citados que, en su práctica médica, han seguido las indicaciones y consejos de la santa desde hace ya muchos decenios  y han comprobado  la eficacia de sus afirmaciones.

Estos doctores han interpretado, lo más fielmente posible, los textos originales que fueron  escritos en latín eclesiástico de la  Alemania  del siglo XII. Como hemos dicho, los consejos y remedios contenidos en Casa Santa Hildegarda no cuestionan de ningún modo la necesidad de acudir, cuando sea necesario, a  la consulta de un médico u otro profesional titulado de la salud, a los que corresponde examinar cada caso particular para  realizar un diagnóstico y aconsejar  el tratamiento conveniente.

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